Expertos advierten preocupantes problemas urbanos por descontrolado crecimiento de Antofagasta
Urbanistas de la UCN analizan los principales riesgos y problemáticas relacionados con la proliferación de campamentos.
Ricardo Muñoz E./Redacción - La Estrella
Una serie de problemas por el descontrolado crecimiento de Antofagasta es lo que advierten expertos urbanistas de la Universidad Católica del Norte (UCN), especialmente por la proliferación de campamentos en sectores altos de la capital regional.
Los especialistas de la Escuela de Arquitectura alertan por dificultades que tienen que ver con conectividad vial, la generación de guetos, falta de infraestructura sanitaria y servicios básicos, algo que señalan podría verse agravado en el futuro si es que no se toman las medidas de "forma urgente".
"Sin duda, el crecimiento no planificado de una ciudad genera problemas no sólo en las infraestructuras que hacen posible su buen funcionamiento, sino que también ponen en jaque a las autoridades de los gobiernos locales y planificadores urbanos, al tener que reaccionar sobre la marcha frente a situaciones que, en la mayoría de los casos, responden a un grave problema social como las tomas y campamentos", puntualiza el académico de la UCN, doctor Gino Pérez Lancellotti.
El académico afirma que son cuatro los problemas principales que enfrenta actualmente Antofagasta: la aparición de inmuebles informales en sectores de riesgo, falta de estructura sanitaria, déficit de viviendas para habitantes de campamentos y la generación de guetos en los sectores periféricos de la ciudad.
Respecto a la proliferación de campamentos, Pérez advierte que generalmente se levantan en zonas de riesgo de aluvión o desprendimiento de rocas, lo que ocasiona un alto peligro para sus residentes.
"Sumado a lo anterior, tenemos los efectos del cambio climático para los próximos años, efectos que se verán incrementados y que pueden llevar a lluvias torrenciales que precipiten en un breve periodo de tiempo", puntualiza.
En cuanto a la falta de infraestructura sanitaria alerta por la carencia de agua potable, alcantarillado y vialidad local, lo que también ocasiona difícil acceso para el retiro de basura o la asistencia de Bomberos.
Respecto a la falta de viviendas para dar cabida a habitantes de campamentos, dice que "éste es un aspecto sensible y algo paradójico, porque por ley no se puede otorgar permisos de construcción de viviendas en zonas de riesgos o no planificadas que no cuenten, por ejemplo, con factibilidad de agua potable. Entonces, dar una solución definitiva a las tomas y campamentos pasa por decisiones técnicas políticas que van dejando el problema sin solución".
Finalmente, añade que se ha detectado guetos en campamentos y periferias de la ciudad que no logran integrarse al resto de la población, causando una sensación de inseguridad y segregación con los habitantes de los asentamientos.
Mitigación
El magíster Larry Games y arquitecto urbanista de la misma casa de estudios señala que una posible solución sería que los asentamientos puedan ser incorporados a la ciudad de forma paulatina con planificación estratégica multisectorial, un criterio unificado y mucha rigidez en el plan a seguir.
"Liberar espacios con una erradicación exitosa, con personas insertas en el sistema local, no significa que esos espacios quedan vacantes para nuevos migrantes o personas en una situación similar, sino que se liberan para otros usos o para protección de la ciudad en caso de que sean espacios de riesgo. En todo caso, cualquier cambio urbano es de mediano a largo plazo, dependiendo de la claridad en la política que se ejecute y de los recursos que se incorporen en un plan", enfatiza.
Agrega que, si se piensa en una política de vivienda, se debe considerar en mediano plazo con distintos sectores trabajando bajo una misma línea Serviu, Bienes Nacionales y otras reparticiones públicas, municipales y estatales, para encontrar una solución.
Games explica que esta problemática ha generado que toda la comunidad se ha visto afectada: "Nos vemos afectados por la mala planificación, ya sea por el transporte público deficiente o colapsado, la mala utilización de nuestros espacios públicos o de la forma de vivir en general, es decir, vivimos en un mismo espacio urbano, en cual compartimos las cosas buenas y malas que pasen en él".
Mientras que Gino Pérez afirma que se están viendo afectadas todas las zonas periféricas de la ciudad, con un registro formal de 35 campamentos entre Coloso y La Chimba, concentrando el mayor número en el sector centro norte oriente.
Ambos académicos coinciden en que las soluciones son complejas. Pérez explica que contar con una planificación localizada en los bordes de los cerros, con medidas de mitigación ante desastres naturales, ayudaría en parte a dar una respuesta más certera a la problemática de las tomas ilegales, y así poder generar un mayor control de las áreas de riesgos, sobre todo en las ocupaciones ilegales en las vías aluviales o piscinas decantadoras.
Agrega que idealmente contar con terrenos planificados en áreas seguras de extensión urbana de la ciudad, daría una solución a este tipo de problemas, pero al mismo tiempo generaría una ciudad más segregada y de expansión urbana al infinito que va en contra de los principios de sostenibilidad urbana que se deben adoptar para los próximos decenios.
Otra visión la aporta Larry Games: "No creo que exista mitigación a la situación de la planificación urbana, sea ésta buena o mala, existe la posibilidad de ir mejorando, adaptándose a las nuevas realidades y construyendo una nueva realidad en la planificación urbana, pero sí existe en realidad una alternativa que es la planificación estratégica, multisectorial, en la cual nos pongamos de acuerdo en alguna situación -cualquiera que sea- y tiremos todos para allá, que todos los problemas urbanos sean problema de todos, que la educación cívica sea un problema de todos, no de las fuerzas de orden o de la administración local, sino de todos".