Estudiantes cada vez más prefieren los libros digitales
En la UCN los préstamos de textos físicos van en declive, como parte del cambio generacional.
La visión clásica es la de una biblioteca con sus anaqueles llenos de libros físicos, a los cuales se accede buscando mediante el título o nombre del autor y tomando el texto para revisarlo en los escritorios del edificio. Sin embargo, las nuevas generaciones cada vez más están migrando de ese estilo casi romántico por las nuevas tendencias digitales.
De esta forma, la demanda de libros impresos físicos va en declive, en contraparte por el aumento de textos en versión digital que puedan ser leída en computadores, tablets o en el mismo celular. Este cambio generacional es lo que ya se está viendo en la Biblioteca de la Universidad Católica del Norte (UCN), en donde las nuevas tecnologías están ganando cada vez más terreno gracias a su fácil y más amplio acceso.
El director de la biblioteca de la UCN, Pedro Robles, comenta -en el marco del Día Internacional del Libro- que la universidad avanza cada vez más en su proceso de digitalizar los textos impresos: "Desde antes de la pandemia habíamos experimentado una baja sustancial del préstamo del material impreso. Eso es un reflejo en todas las bibliotecas a nivel de universidades, de que el préstamo del libro físico fue en declive, justamente dado por esta posibilidad de que existan sus símiles digitales".
Una de las claves en este avance de digitalización, según señala el director, es el acceso a libros específicos que solicitan en ciertas carreras y que al tener alta demanda tienden a agotarse más rápidamente en su formato físico. Por lo tanto, los estudiantes están recurriendo a su versión digital.
"Del 2018 empezamos a interactuar con la biblioteca de Coquimbo para coordinar varios procesos que son transversales. En ese tiempo era el tema de un programa de competencia informacional y el tema de los libros y las biografías básicas que teníamos que cubrir. Entonces, empezando a interactuar ambas sedes para poder hacer esfuerzos en conjunto para comprar libros, ahorrándonos algunos costos; tener que comprar en ambas sedes las mismas cantidades, quizás algunas cantidades menores", agrega.
Finalmente, reflexiona sobre el futuro del formato tradicional:
"No creo que deje de existir el libro impreso. No va a desaparecer. Ambos sistemas van a convivir. Muchas veces va a pasar que hay usuarios que van a preferir el texto físico, y por lo tanto vamos a tratar de tener copias impresas, obviamente menos, como tres máximo; y los usuarios que están más tecnologizados y que quieran acceder al material, lo vamos a digitalizar para que les sea más cómodo el acceso".