Ejecutados de Tocopilla finalmente descansan en paz
Agustín Villarroel y Luis Segovia, después de casi 49 años del trágico hecho en la Mina La Veleidosa, fueron sepultados en Copiapó.
Pablo Mamani Prado
Después de casi 49 años del trágico hecho donde fueron asesinadas varias personas en la Mina La Veleidosa de Tocopilla, finalmente dos de esas víctimas descansan en paz.
Se trata de Agustín Villarroel y Luis Segovia, quienes fueron ejecutados en octubre de 1973 en este pique minero, hecho del cual quedó grabado en la memoria de la comunidad tocopillana por los horrores que se vivieron en ese tiempo, en ese lugar.
Estas personas, Agustín (34 años al momento de su muerte, perteneciente al Partido Comunista) y Luis Segovia (28 años, militante del Partido Socialista) se encontraban desaparecidas luego de su detención en 1973, donde sus familiares desconocían su paradero.
Pero fue en 1990 en que lograron ser encontrados sus restos, como también los de Carlos Garay y del doctor Claudio Tognola, siendo recuperados desde las profundidades de "La Veleidosa", pero hubo algunas dudas de si pertenecían a ellos o no las osamentas, por lo que se tuvo que realizar la exhumación para identificarlos bajo peritajes desarrollados en el extranjero.
Identificación
Según explicó a La Estrella Rodolfo, hijo de Agustín Villarroel, quien tenía cinco años de edad cuando ocurrió este crimen en Tocopilla, "para nosotros es el término de un episodio realmente lamentable, porque poder confirmar la identidad de nuestro padre, de nuestros familiares, después de 49 años de los hechos ocurridos en La Veleidosa, es simplemente el significado de la ausencia del Estado en el caso de Tocopilla durante mucho tiempo, pero también nos quedamos en este momento -por lo menos en esta instancia- con la satisfacción de haber tenido una respuesta positiva por parte de las personas del Servicio Médico Legal, de la gente del programa de Derechos Humanos, que trabajaron arduamente para lograr este bonito término por llamarlo de alguna manera".
A su vez, Rodolfo afirmó que "en la época de los noventa nos entregan los restos de Luis Segovia, Carlos Garay y de mi padre, y ahí es cuando hablo de la ausencia del Estado, porque en esos trabajos de búsqueda, la identificación y los peritajes, hubo personas prácticamente voluntarias trabajando ahí, que lo hicieron con mucho amor y estamos muy agradecidos de ellos. Pero al no tener el auxilio y el servicio necesario por parte del Estado, y al no contar con las herramientas necesarias, evidentemente se produjeron errores. Esas osamentas que el año 90 le entregaron a Carlos Garay, posteriormente se sumaron a un cuerpo completo o casi completo que se le entrega el año siguiente a la familia Garay. Esa información la recibimos el 93 en lo personal y desde ahí comenzamos un proceso de clarificar esta situación, porque en un momento se nos dice que ese cuerpo entero podría ser de mi padre, en fin, un montón de situaciones más y comentarios más que fueron gatillando, evidentemente, la duda en nosotros. Y por lo que, junto a la familia de Luis Segovia, principalmente su prima Ivonne, comenzamos este largo peregrinaje, llamarlo de alguna manera, golpear puertas para poder esclarecer en realidad los hechos. Pero afortunadamente después de muchos años, después de mucho pedir cosas en torno a esta situación, el juez Carroza nos escuchó la solicitud de todos los otros conjuntos de familiares también que los involucramos en esto, para poder contar con la venia de todos y empezar a realizar las exhumaciones a partir del año 2015, que se exhuman por primera vez los restos de Carlos Garay y efectivamente ese cuerpo tenía 19 piezas óseas sobrantes. Eso gatilla en la exhumación de los otros tres cuerpos y someterlos a los peritajes de ADN en el extranjero, principalmente en Austria y los resultados que llegaron el año pasado para ya comenzar a organizar esta entrega de los restos de nuestros familiares, pero ya con una identificación cien por ciento confirmada".
Funeral
El viernes pasado, en el Servicio Médico Legal de Copiapó se entregaron los restos de Agustín Villarroel y Luis Segovia, donde las familias los recibieron acompañados de representantes de partidos políticos, organizaciones de derechos humanos y ciudadanía, para darles la despedida que corresponde.
Al respecto, la prima hermana de Luis Segovia, Ivonne Villalobos, manifestó: "Esto es muy especial, porque sin ser egoísta ni ególatra, fueron años en que recorrí buscando la verdad, buscando los restos de mi primo hermano, mi hermano. Fue emotivo, fue -no encuentro los calificativos en realidad- no sé si quedarme contenta, tranquila, feliz, porque las circunstancias en que él fue asesinado, ejecutado, nunca jamás van a ser consuelo para mí encontrar los pequeños restos. Tengo sentimientos encontrados".
Pese a ello, Ivonne se siente agradecida por todo el apoyo recibido, especialmente de la comunidad tocopillana en esos años y ahora, de los copiapinos.
"Mi primo tenía 28 años cuando lo asesinaron en La Veleidosa (...) En el año 90 se entregaron los cuerpos, después de que los tocopillanos, gente a quien amo con toda mi alma, a los que estuvieron ahí en la mina rasguñando las piedras, las rocas, para sacar de las profundidades en ese pique minero, los restos de los que ahí estaban. Agradezco mucho a la gente de Tocopilla", señaló.
Tras un velatorio político, a la antigua, los dos militantes comunista y socialista, respectivamente, recibieron el cariño de la gente, con gratas muestras artísticas y expresiones varias, para luego -finalmente- en la tarde del sábado ser sepultados definitivamente en el Cementerio de Copiapó por sus familiares.
Causa Tocopilla
Actualmente, según indicó Rodolfo Villarroel, la causa penal por lo ocurrido en la Mina La Veleidosa "está con un fallo de segunda instancia en la Corte de Apelaciones y a la espera del fallo de la Corte Suprema, recordemos que en septiembre del año pasado sale el fallo condenatorio de segunda instancia, un fallo de dulce y agraz, hay algunas condenas que se lograron aumentar pero otras se redujeron. Se presentó un recurso de casación por parte nuestra y por parte de los autores de los crímenes".
Recuerdo
Rodolfo también agradeció de corazón toda la ayuda recibida por los tocopillanos durante todo este tiempo y, junto a Ivonne, y los otros familiares de las personas asesinadas en La Veleidosa, tienen un recuerdo y consideración especial por el puerto.
"También comentarle a la ciudad de Tocopilla que quedó un conjunto de osamentas que pertenecen a estas cuatro víctimas que no se pueden periciar, por lo tanto no es posible asignarlas a uno de ellos y ese conjunto de osamentas nosotros, porque estamos representadas las cuatro familias ahí, hay restos de Claudio Tognola, hay restos de Luis Segovia, de Carlos Garay y de mi padre, Agustín Villarroel. Esas osamentas, hemos decidido como familias, dejarlas en Tocopilla a la espera que, tal vez en un futuro cercano pudiese haber una nueva tecnología, nuevas herramientas que permitan poder identificarlas, porque son piezas pequeñas que al someterlas hoy día a un examen se pierden. Por lo tanto no se podrían entregar a nadie", indicó Rodolfo, quien dijo que ya están haciendo las gestiones con la alcaldesa para poder tener un espacio para sus familiares en el Cementerio Municipal, porque consideran que no pueden estar en un mejor lugar que Tocopilla.
pablo.mamani@estrellatocopilla.cl