Brayan Cortés opta por máscara facial y no perder el final de torneo
El arquero albo sufrió una fractura nasal en el duelo con Curicó, pero evaluará operarse tras el campeonato. El delantero que lo impactó denunció amenazas.
Diego Gotelli C.
No quiere estar ausente. El arquero de Colo Colo, Brayan Cortés, seguirá jugando hasta el final de temporada, pese a acabar fracturado el último partido del campeonato nacional contra Curicó Unido.
En el duelo en que los torteros evitaron que el Cacique consiguiera, por ahora, su estrella número 33, el golero de los albos acabó lastimado luego de un choque con el delantero Diego Coelho. El impacto se registró al minuto 57, cuando el atacante uruguayo fue a disputar un balón aéreo que contuvo Cortés, provocando un choque entre ambos que dejó al guardameta requiriendo asistencia médica en la cancha del Monumental.
Tras someterse a exámenes ayer el club confirmó que el arquero acabó con una fractura nasal, por lo que deberá mantenerse en reposo por tres días. Además, el parte médico indicó que el jugador se reintegrará a los entrenamientos usando una máscara facial, mientras que la eventual cirugía se evaluará una vez que finalice el torneo.
Con ello, Cortés podrá estar bajo las órdenes de Gustavo Quinteros para preparar el próximo partido contra el colista Coquimbo, duelo en que un empate le basta a los albos para levantar la copa.
Denuncia amenazas
Tras el partido el curicano Diego Coelho mostró preocupación por Cortés y dijo querer conseguirse su número de teléfono para preguntarle por su estado de salud.
Ayer el artillero -que anotó la paridad ante los albos- ahondó en lo ocurrido, afirmando que no vio a Cortés cuando fue por el balón.
"Cuando veo a Brayan ya lo tengo encima de mí, voy a disputar el balón y ya no me puedo frenar. Ahí se genera el choque", contó a As Chile, resaltando que él también terminó lastimado, lo que motivó su cambio en el minuto 66.
El máximo goleador de los torteros en el torneo reveló además que tras el incidente recibió amenazas por redes sociales contra él y su familia.
"Recibí amenazas de gente mal intencionada que piensa que un jugador hace jugadas a propósito. Nunca vas a querer lastimar a una persona, a otro jugador de fútbol. Solamente fue un choque, una jugada de partido", señaló el delantero de 27 años, quien dice que nunca había vivido algo similar en su carrera.