Andre Malebrán / Redacción

Edmundo Frías Llanos, peruano avecindado hace años en Antofagasta y dirigente social de la colectividad incaica en la comuna, conversa con La Estrella sobre el fervor religioso que también ha emigrado a varios rincones del mundo, junto a las comunidades de migrantes peruanos.

Explica que siendo siempre necesidad para el espíritu de los nacidos en el vecino país tener consigo sus costumbres y tradiciones, un grupo de peruanos afincados en Chile se reunieron el año 2006 con la única intención de formar una asociación que le rinda culto al Cristo de Pachacamilla para "mostrar así nuestra fe", comenta orgulloso Edmundo.

Con el apoyo de los padres Ildo Gris y Antenor Dallas, y junto a la Pastoral de la Movilidad Humana (en la actualidad INCAMI - Instituto Católico Chileno de Migración) lograron hacer realidad el anhelo tan deseado, el 16 de septiembre del aquel mismo año.

Cuando llegó la imagen a la ciudad, el Arzobispo de Antofagasta, monseñor Pablo Lizama, designó a la Capilla la Sagrada Familia para acoger la figura del "Señor de los Milagros", con el padre Antonio Romeo como párroco de la capilla, por ser éste centro de reunión de familias inmigrantes.

Tras un terremoto

Siendo la primera misa en su honor en la Parroquia Catedral San José el 22 de octubre de 2006, fue ahí bendecida por el arzobispo Pablo Lizama y se fundó ese mismo día la Hermandad del Señor de los Milagros.

Ese año se realizaron don recorridos, primero el 22 de octubre desde la Parroquia Catedral San José con dirección a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, y el segundo de sus recorridos se realizó el 29 de octubre, desde la Parroquia Nuestra Señora del Carmen hasta su templo de acogida la Capilla La Sagrada Familia.

Edmundo relata a La Estrella que, a un año de su llegada, la procesión se realizó en noviembre y la directiva acordó realizar nuevamente los recorridos como en el 2006. El primero el 11 de noviembre según lo planificado, y antes del segundo aconteció el terremoto de Tocopilla (registrado el 14 de noviembre) a las 12:40 horas, con un epicentro que tuvo una profundidad de 20 kilómetros, entre las localidades de Quillagua y Tocopilla.

En la oportunidad, y viendo el daño que había provocado el movimiento telúrico, las organizaciones religiosas acudieron a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Av. Colombia 396) preocupados por los posibles daños en el templo y la imagen del "Señor de los Milagros", pero se encontraron con la sorpresa de que todo estaba tal cual lo habían dejado la noche anterior.

"El padre José Servin quedó sorprendido ante tal hecho. Conocedor de que al Cristo de Pachacamilla también se le llama