Niños y adolescentes: un 22% tiene signos de trastornos alimentarios
Un metanálisis con los datos de niños de Europa, Norteamérica, Sudamérica, Asia y África reveló que estos desórdenes son más comunes entre las niñas.
Natividad Espinoza
Un 22% de los niños y adolescentes muestran signos de trastornos alimentarios, según un metanálisis publicado esta semana por la revista médica JAMA Pediatrics, publicada por la Asociación Médica Estadounidense.
Aunque muchas personas sólo conocen los signos más evidentes de los trastornos alimentarios más frecuentes, que son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo, hay muchos otros desórdenes alimentición y adoptan muchas formas, incluidas las dietas frecuentes, los cambios de peso y sentimientos de culpa asociados con la alimentación.
Según la Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética, estos comportamientos "pueden o no garantizar un diagnóstico de un trastorno alimentario específico".
Para su metanálisis, se examinaron 32 estudios de 16 países diferentes de Europa, América del Norte, Asia, África y Sudamérica (entre ellos EE. UU., Reino Unido, España, Alemania, China, Corea del Sur, Eslovenia y otros). Así, accedieron en total a datos de 63.181 niños y adolescentes.
El resultado arrojó que uno de cada 5 niños (22%) y adolescentes presentaban comportamientos de trastornos, con cifras más altas entre las niñas, los niños mayores y aquellos con un índice de masa corporal más alto que el promedio.
"Desde una perspectiva epidemiológica, identificar la magnitud de los trastornos alimentarios y su distribución en poblaciones de riesgo es crucial para planificar y ejecutar acciones dirigidas a prevenirlos, detectarlos y enfrentarlos", dijeron los coautores del estudio, José Francisco López (Universidad de Castilla-La Mancha, España) y Héctor Gutiérrez (Universidad de las Américas, Ecuador).
Una cifra preocupante
Los autores del metanálisis sostuvieron que su investigación puede haber estado limitada por el hecho de que algunos de los estudios que analizaron hicieron que los participantes autoinformaran sus comportamientos. Pero incluso así, el alto porcentaje de presencia de signos de trastornos alimentarios en la muestra es motivo de gran preocupación.
"Esta alta proporción es preocupante desde la perspectiva de la salud pública y destaca la necesidad de implementar estrategias para prevenir los trastornos alimentarios", declararon los autores.