Villegas dio clases de cómo se ganan las gaviotas en Viña
El comediante triunfó con una rutina que incluyó gráficas, música, baile y relatos de historias comunes. Fue "sin censura" y el público se lo celebró. Marcó un peak de 37.5 a las 00.15 horas.
Si alguien no tenía claro cómo se gana una gaviota o dos, lo que hizo Rodrigo Villegas, terminó siendo un buen recordatorio.
Una rutina pulida para Viña, con remates complementados con gráficas en las pantallas gigantes, música, baile, juego de luces y un diálogo que apeló a la escena del artista sobre el escenario.
Hubo doble sentido, claro que sí. Rodrigo Villegas no renunció a lo que siempre ha hecho, y lo que instaló como base cuando ya triunfó en la Quinta Vergara en su debut en 2017. El cambio con el día anterior, fue notorio.
Partió con todo
Rodrigo Villegas no dio espacio para especulaciones. Apenas salió al escenario de la Quinta Vergara, pidió grabar un video, puso música de fiesta, y levantó al público. Con eso arrancó, y no bajó más durante los 60 minutos que duró su presentación.
En la conferencia de prensa tras su show, confesó parte del secreto de su éxito: un remate pequeño cada siete segundos, asegurando así que la gente siempre esté riendo.
Y así fue. Contó desde su momento con Olivia Newton John, en una fallida foto que tomó en 2017, hasta una rutina sobre su experiencia en un motel. En el medio, un popurrí con imágenes de carabineros, el 'cajarito' que interpreta Kurt Carrera, y un interminable comercial protagonizado por Eduardo Fuentes, quien decidió participar de la rutina. Tras media hora de risas, una tras otra, decidió tomar un respiro y preguntarle al público, "¿cómo lo han pasado". La audiencia, ya estaba entregada.
Luego comenzó a reírse de sí mismo, y en un carrete de Zoom sumó a las gráficas y los videos, la música: Locomía, Rafaella Carrá, Miguel Bosé. "El cancionero de la vida", confesó tras el show.
A los 45 minutos cerró entre aplausos y la Quinta Vergara de pie. Gaviota de Plata y un discurso cercano y humilde, "acérquense en la calle, yo me saco fotos, es mi manera de retribuir el cariño".
Luego de eso, 15 minutos para volver a conquistar el público y llevarse la Gaviota de Oro con una rutina centrada en la baja de peso y las canciones clásicas. Y como la gente quería seguir, el humorista entregó una salida más. Una historia de motel, de esas de llamados del citófono y la puerta del servicio, que fue matizada con música.
"El análisis es que ahora aprendí a disfrutar el escenario", dijo tras su show, el que marcó 35.4 puntos entre las 23.46 y las 00.47 con un peak de 37.5 a las 00.15 horas.
"Sobre sus zapatos contó que fue un mensaje que le transmitieron de su padre fallecido. Tenía que llevar algo de ese color.