Un Superclásico deslucido: Colo Colo y la U igualaron sin goles en el Monumental
Albos y azules protagonizaron un partido al debe de las emociones, sin muchas opciones de gol y marcado por varios incidentes en Macul. Los locales mostraron más ganas, pero no fueron capaces.
Jorge Reyes Patuelli
Colo Colo y Universidad de Chile empataron sin goles en una nueva edición del Superclásico jugado en el Estadio Monumental.
Con emoción comenzó el partido en Macul. El equipo de Gustavo Quinteros quiso romper los esquemas rápidamente y logró asustar a los azules. A los tres minutos, Esteban Pavez conectó un disparo de forma tal que el balón agarró una velocidad muy difícil de percibir por parte de Cristóbal Campos, parado bajo los tres palos, pero tapado por los defensores azules. Sin embargo, el portero reaccionó de manera impresionante abajo desviando la pelota al travesaño.
Parecía que el partido iba a tener grandes llegadas y bastante intensidad luego de ese comienzo bombástico. Pero no. En el primer tiempo debe haber sido la única y más clara en ambos equipos. Colo Colo no podía romper la defensa de la U y los azules esperaban en su zona una equivocación alba para salir con pelotazos rápidos hacia Leandro Fernández, Nicolás Guerra o Darío Osorio. De hecho, Pellegrino cargó su juego por el joven canterano azul. Principalmente, la visita cargaba todo su juego hacia la izquierda para que la nueva joya de la U encarara a César Fuentes que jugó como lateral derecho, posición no habitual para el mediocampista.
Y así siguió la primera mitad. El Cacique no encontraba un espacio claro para hacer daño. Parecía timorato y nervioso, ante una U que sólo esperaba la salida rápida entregándole la pelota al local.
En el segundo tiempo la historia no cambió. Si bien parecía que sí, luego de que el cansancio del partido permitiera que los jugadores dejaran más espacios, ninguno de los dos equipos lo aprovechó. Los albos, empujados por su gente, tuvieron un par de aproximaciones, pero Campos siempre estuvo atento. Por el lado de Brayan Cortés, en general nunca fue exigido.
El partido ya entraba en la recta final y el DT de la U decidió sellar el empate reforzando el mediocampo. La pelota en el piso quedó de lado y lo que más se vio en el Monumental fueron pelotazos largos.
Entre tanto balón a distancia, las ganas superaron al juego. Los pases no llegaban a destino y la generación ofensiva, prácticamente, no existió. Además, los ánimos comenzaron a caldearse dejando como protagonista a los pequeños grupos de fanáticos que lanzaban cosas dentro de la cancha (ver abajo) y las discusiones entre futbolistas con varias interrupciones.
La emoción que en el primer minuto brilló en el Monumental, nunca más apareció, dejando un Superclásico plano, con la lucha como protagonista, pero con el juego al debe.