¿Problemas al alimentar su gatito?
Obesidad, pérdida del apetito, problemas renales o intolerancia a los alimentos son sus complicaciones.
Redacción - La Estrella de Tocopilla
Las complicaciones alimentarias más frecuentes en los felinos incluyen obesidad, pérdida del apetito, problemas renales y intolerancia a los alimentos. En Chile, según cifras de la SUBDERE del año pasado, más de 4 millones de gatos requieren una alimentación adecuada para su bienestar.
Para lograrlo, es fundamental determinar cuánto deben comer los gatos, lo cual depende de su tamaño, edad, nivel de actividad y estado de salud. Por lo general, un gato adulto necesita alrededor de 2-3 tazas de comida al día, distribuidas en dos comidas.
El veterinario Luis Fernando Reyes de Gabrica (@somosgabricacl) aconseja seleccionar alimentos de alta calidad en lugar de basar la elección en el precio, evitando aquellos que contengan conservantes, colorantes o sabores artificiales. También recomienda hablar con un veterinario para establecer la cantidad exacta de comida que tu gato necesita, evitando problemas de sobrepeso o nutrición insuficiente.
La obesidad es una de las complicaciones alimentarias más comunes en los gatos y ocurre cuando un gato consume más calorías de las que su cuerpo puede quemar. Esta condición puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades renales, enfermedades hepáticas o enfermedades cardíacas. Junto con la dieta, el estilo de vida es un factor principal que contribuye a la obesidad en los gatos. Una dieta poco saludable, falta de ejercicio y actividad física adecuada, y un exceso de alimentos pueden contribuir al aumento de peso.
La falta de apetito es otro problema frecuente en los gatos y puede desencadenar problemas serios en la salud de las mascotas. Las causas más comunes incluyen cambios repentinos en la dieta, la llegada de nuevas personas o mascotas a la casa o cambios en el lugar donde el gato consume su alimento. Es importante estar alerta a estos factores desencadenantes para evitar trastornos alimentarios en tu mascota.
Los problemas renales pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la edad, la enfermedad renal crónica y la nutrición inadecuada. Suministrar alimentos inadecuados, incluyendo comida humana, puede ser la causa de posibles trastornos renales en los gatos. Una dieta rica en proteínas y baja en fósforo es esencial para los gatos con problemas renales. Los gatos con insuficiencia renal crónica necesitan menos proteínas en su dieta para ayudar a reducir el trabajo de los riñones y prevenir el daño adicional. Además, es importante elegir alimentos de alta calidad que contengan buenas proteínas y evitar subproductos y otros ingredientes de relleno. Es esencial proporcionar la cantidad indicada de agua, ya que las mascotas con insuficiencia renal crónica a menudo tienen sed constante y pueden necesitar más agua para mantener su hidratación.
Intolerancias
Las intolerancias alimentarias pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo alergias alimentarias, intolerancias a los carbohidratos y desórdenes digestivos.
- Alergias alimentarias: son las más comunes en los gatos, y pueden ser causadas por proteínas en la comida, como la carne de pollo o pescado. Algunos síntomas son comezón, erupciones cutáneas y diarrea.
- Intolerancias a los carbohidratos: esto puede causar síntomas como diarrea, gases y dolor abdominal.
- Desórdenes digestivos: el síndrome del intestino irritable, por ejemplo, puede causar síntomas como diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.
Buenas prácticas de alimentación
- No compartir comida humana, ya que muchos de estos alimentos pueden ser tóxicos para ellos.
- Ofrecer agua fresca, puede ayudar a mantener una hidratación adecuada y prevenir problemas renales relacionados con la alimentación.
- Evite el alimento húmedo, porque a menudo este contiene preservantes y conservantes que pueden ser perjudiciales para la salud de algunos gatos. Consulta antes con tu veterinario.
- Monitorear el peso, hacerlo regularmente y hablar con un veterinario si se nota un aumento de peso repentino o un cambio en el apetito.
Prevenir estos trastornos alimenticios en tu gato es muy fácil si su dieta está debidamente controlada, no obstante, siempre, ante cualquier duda, consultar a un veterinario.