Recuperar el control fronterizo
Señor director:
La manera más palmaria en que se evidencia el aumento de la criminalidad organizada en nuestro país es observando el aumento de la cifra de homicidios. Tradicionalmente el índice no superaba 3 homicidios cada cien mil habitantes, pero en 2022 la tasa alcanzó los 4,7 por cien mil habitantes, constituyéndose como la más alta de las últimas décadas y aumentando en más de un 50% la que había 10 años atrás. El aumento va aparejado con el aumento del uso de armas de fuego y en el aumento en la tasa de imputado desconocido, haciendo más complejas las investigaciones. A pesar de esta alza, Chile sigue teniendo la tasa de homicidios más baja de América Latina, donde destaca justamente Venezuela como uno de los países con mayor número de homicidios, con una tasa de 40 homicidios cada cien mil habitantes al año, es decir casi 10 veces más que en nuestro país. Es evidente que la explicación del fenómeno en Chile tiene que ver por una parte con la inmigración descontrolada que ha existido en los últimos años, la proliferación en las calles de mayor poder de fuego y número de armas, cuya tenencia en la mayoría de los casos es ilegal. Una manera eficiente de poder controlar ambos fenómenos que inciden en el aumento de la criminalidad es el reforzamiento en el control de las fronteras, especialmente en la zona norte, donde la extensión de ellas -sólo con Bolivia la frontera se extiende por más de 800 kilómetros con centenares de pasos no habilitados- genera un problema mayúsculo para las diversas agencias estatales encargadas de su control.
En efecto, por las mismas fronteras con precario control, ingresan personas indocumentadas cuyos antecedentes penales son inciertos además de una serie de elementos prohibidos: armas, drogas y contrabando. Los esfuerzos estatales deben concentrarse en recuperar el control fronterizo y ha sido un acierto involucrar en dichas labores al Ejército. Diversos procedimientos conjuntos de esta institución y Aduanas han comenzado a mostrar resultados con incautaciones de diversos productos de contrabando, incluyendo en uno de ellos 136 rifles de dudosa procedencia. Asimismo, se ha evidenciado a partir de la aplicación de la medida una disminución durante marzo de los ingresos ilegales de migrantes. Es necesario reforzar las instituciones estatales que trabajan en esta materia en la zona norte, especialmente los servicios de Aduanas y los recintos policiales, aumentando sus funcionarios y el equipamiento. Sólo de esta manera se podrá tener un control más efectivo de las personas y productos que ingresan al país. Todo lo expuesto lleva a concluir que las medidas que se están tomando van en la dirección correcta.
Carlos Gajardo, abogado y exfiscal