Día del Medio Ambiente: las acciones que buscan su protección
Chile y la Región de Antofagasta enfrentan una serie de desafíos que requieren del compromiso y atención de la comunidad para proteger la riqueza natural y la biodiversidad.
Andre Malebrán Tapia - La Estrella de Tocopilla
En medio de un contexto global marcado por la urgencia de abordar la crisis climática y la preservación de nuestros ecosistemas, celebramos hoy el Día del Medio Ambiente, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de proteger y cuidar nuestro entorno natural. En Chile, reconocido por su riqueza natural y biodiversidad, y en la Región de Antofagasta, ubicada en el Desierto de Atacama, estos desafíos se hacen aún más apremiantes.
Utilizar la investigación y una potente coordinación pública brinda la oportunidad de tomar conciencia sobre los impactos negativos que nuestras acciones tienen en el planeta para tomar medidas concretas y revertir esta situación. En el caso de nuestro país, un territorio con gran variedad de climas y paisajes, se enfrenta una serie de desafíos ambientales que requieren del compromiso y atención de la comunidad.
La conferencia de Estocolmo (junio de 1972) "marcó una nueva época para la sociedad y el medioambiente" aseguró a EFE Luis M. Jiménez Herrero, presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS) y profesor honorífico de la Universidad Complutense, añadiendo que aquella cita supuso el inicio de una etapa para los movimientos ambientalistas "hasta entonces muy limitados".
"En los últimos 50 años se han hecho muchas cosas, pero no con la rapidez necesaria", argumenta el experto que recuerda que para Naciones Unidas estamos inmersos en una "triple crisis planetaria": la que provocan el cambio climático; la destrucción de la naturaleza, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación y residuos.
Preservar nuestros ecosistemas no solo es fundamental para garantizar la supervivencia de numerosas especies de flora y fauna, sino también para mantener la provisión de servicios ecosistémicos vitales para nuestra sociedad, como la provisión de agua, la mitigación del cambio climático y la generación de recursos naturales.
En la Región de Antofagasta, específicamente, nos encontramos frente a desafíos particulares. Esta región, caracterizada por su aridez y por ser un importante polo minero, debe encontrar el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental. La minería desempeña un papel crucial en la economía de la región, pero también representa una fuente de impactos ambientales significativos, como la contaminación del agua y del aire, la