Nicolás Labra G.

Una dura decisión se tomó en Argentina tras los vergonzosos incidentes de los hinchas de Colo Colo producidos la noche del martes en Buenos Aires, antes y después del encuentro ante Boca Juniors, por la Copa Libertadores.

Y es que ayer el Comité de Seguridad en el Fútbol de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le informó a la Conmebol que determinó prohibir el ingreso de hinchas del Cacique a cualquier estadio de esa ciudad por lo que resta del 2023.

La decisión se justifica para "preservar la integridad física y patrimonial de las personas antes, durante y después de los eventos futbolísticos, así como de establecer las medidas de seguridad necesarias para prevenir acciones violentas durante la realización de eventos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", según el comunicado del Comité.

La medida, además, tiene como respaldo legal la Ley 5.847 del Régimen Integral para Eventos Futbolísticos de la Ciudad. La entidad, por otro lado, detalló que hubo más de 1.000 personas sin entradas que se congregaron afuera de La Bombonera lanzando piedras y botellas.

En la previa al duelo, forofos albos encendieron fogatas en el sector de Puerto Madero, y tras el encuentro se enfrentaron a palos y con armas blancas a hinchas xeneizes, lo que terminó con un saldo de 56 hinchas chilenos detenidos y tres con lesiones. Según Agencia EFE, a los detenidos se les requisaron dos varillas de hierro, tres palos de madera y cuatro trozos de mampostería, y se abrieron 269 actas por infracciones. Tras el partido, además, en un video viralizado en Twitter, hinchas albos irrumpieron en el McDonald del Obelisco, donde también se enfrentaron.

Tras llegar a Chile, el presidente de Blanco y Negro, Alfredo Stöhwing, no quiso condenar lo sucedido y aclaró que "estoy pidiendo un informe para saber exactamente qué pasó, vamos a ver qué pasó y cómo sucedió".

Una versión distinta dio el hincha albo Marcos Castañeda, que responsabilizó a la policía argentina: "Esperaron que superáramos cinco controles para recién pasar un torniquete y marcar (la entrada), recién lo marcamos y dijeron que no se podía cuando venía toda la gente entrando, querían hacer que nos devolviéramos y nadie quiso porque había entrado gente con familia, con entradas".

El noruego Casper Ruud y el alemán Alexander Zverev se jugarán mañana un puesto en la final de Roland Garros, a la que también optarán la polaca Iga Swiatek y la brasileña Beatriz Haddad.

Ruud, cuarta raqueta del mundo, consiguió la clasificación por segundo año consecutivo ante el mismo rival que el año pasado, el danés Holger Rune (6°), 6-1, 6-2, 3-6 y 6-3 y demostró la recuperación que viene apuntando en esta fase de la temporada.

El noruego, que venía de perder el último duelo contra Rune hace dos semanas en el Masters 1000 de Roma, apabulló al joven danés de 20 años en los dos primeros sets y solo a partir del tercero el prometedor tenista escandinavo entró en el duelo.

Zverev (27°), por su parte, jugará su tercera semifinal consecutiva en París, la sexta en Grand Slam, tras derrotar al argentino Tomás Etcheverry (49°) por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4, la sorpresa en esa ronda, que vendió cara su derrota.

En el mismo escenario donde hace un año su tobillo se quebraba cuando plantaba cara a Rafael Nadal, el alemán hizo su retorno triunfal al cuadro final del torneo. Hoy se jugarán las dos semifinales femeninas, entre Karolina Muchova (43ª) frente a Aryna Sabalenka (2ª) a las 9:00, y luego Iga Swiatek (1ª) con Beatriz Haddad Mala (14ª).