Recaudar más o gastar mejor
Señor director:
La necesidad de cubrir gastos públicos adicionales, ¿puede ser solventada si el Estado decide aumentar la tasa impuestos sobre la renta, el consumo o la propiedad?, ¿será una buena solución la idea de crear nuevos impuestos? Chile es un país que dirige gran parte de su gasto público en políticas de interés social, sin embargo, no cuenta con un gasto público eficiente. En pocas palabras Chile es un país que gasta mucho mas no de la mejor manera, y el aumento de impuestos o la creación de los mismo será una solución que a la larga será totalmente perjudicial.
El aumento de la tasa de impuestos traerá consigo un impacto en la economía, puesto que dicha acción provocaría una alteración en la producción y el consumo de bienes y servicios debido a la relación de estos. Pensemos en un aumento de los impuestos a las ventas y servicios, lo cual aumentará los costos de producción. Esto implicaría un traslado de ese costo extra a los consumidores a través de precios más altos, generándose una alteración en el precio de equilibrio y una reducción en la compra de este bien o servicio, sin contar que esto puede afectar a ciertos sectores o grupos de la población más que a otros, pudiendo haber un impacto en la distribución del ingreso y la equidad.
Uno de los puntos principales de la crisis social y política que se ha vivido en el país es la demanda por parte de la población por mejores servicios públicos como lo son salud, la educación y la vivienda, teniendo Chile para el año 2010 los siguientes porcentajes con respecto al gasto publico total, delegando un 17,84% en educación y un 13,68% en salud, mientras que para 2017, Chile tenía un gasto en educación de un 21,31% y un 17,73% en salud, con lo que se aprecia que efectivamente existe un aumento en la cantidad gastada. Además, Chile destina al gasto social 5,5 puntos porcentuales más que el promedio de los demás países en América Latina y en comparación a los demás países, Chile destina una mayor proporción de su PIB en políticas destinadas a la salud y la educación. Sin embargo, en esta última, pese a que Chile dirige una gran parte de su gasto público total en dicha área, no se han obtenido resultados proporcionales, siendo que en la prueba PISA de 2018 Chile se ubicó en el lugar 43 de 79 países, situándose en un nivel más bajo que países que invierten una menor cantidad de su gasto público en la misma área y obtienen mejores resultados.
El mejor plan a seguir por Chile es la mejora de la eficacia su gasto público y no el aumento de la tasa de impuestos.
Jhosep García Suárez
estudiante Ingeniería Comercial Universidad de Chile