¿El huevo o la gallina? Estudio científico dice tener la respuesta
La investigación de las Universidades de Bristol y Nanjing apuntan a una estrategia de reproducción flexible que dejaría a la gallina como lo primero.
Nicolás Labra G.
Qué fue primero, el huevo o la gallina, es una de las preguntas más antiguas que ha rondado la humanidad y que, al parecer, ahora tendría una respuesta. Eso es al menos lo que aseveran desde la Universidad de Bristol, en Inglaterra, y la Universidad de Nanjing, en China, quienes en conjunto realizaron una investigación publicada recientemente en la revista Nature Ecology & Evolution que apuntaría a tener una respuesta.
La investigación propone que los primeros antepasados reptiles de las gallinas en realidad no ponían huevos como se pensaba, sino que simplemente daban a luz a sus crías vivas, lo que pondría a la gallina en primer lugar de la famosa pregunta.
El estudio abarcó 51 especies fósiles y 29 vivas y consideró que los amniotas -los vertebrados en el cual su embrión desarrolla un amnios y una bolsa alantoidea, como ocurre en los reptiles o las aves- al pasar del agua a la tierra fueron capaces de desarrollar una estrategia de reproducción flexible que permitía tanto una retención prolongada del embrión, como una estrategia de los vivíparos, con una estructura especializada dentro de la madre que permite dar a luz a crías vivas.
Aunque el huevo de cáscara se ha considerado una de las mayores evoluciones, el estudio apunta a que la retención prolongada de la cría por parte de la madre permitió tener más protección.
"Antes de los amniotas, los primeros tetrápodos que desarrollaron extremidades a partir de aletas de pez eran de hábitos anfibios. Tenían que vivir en el agua o cerca de ella para alimentarse y reproducirse. Cuando los amniotas aparecieron en escena hace 320 millones de años, fueron capaces de alejarse del agua desarrollando una piel impermeable y otras formas de controlar la pérdida de agua. Se le consideraba como un 'estanque privado' en el que el reptil en desarrollo estaba protegido de los climas cálidos y permitía al amniota alejarse de la orilla del agua y dominar los ecosistemas terrestres", dijo el profesor Michael Benton de la U. de Bristol sobre el estudio desarrollado.