Leo Riquelme
La hinchada y los jugadores de Universidad Católica festejaron como un título el trabajado triunfo de ayer por 2-1 ante Coquimbo Unido. Y lo hicieron no sólo porque se trataba de un equipo que está en la parte alta de la tabla, sino porque llega después de tres derrotas consecutivas y un juego extraviado, que le costó la salida al técnico Ariel Holan.
"No quiero decir que los cambios hacen bien, nosotros no buscábamos eso, buscamos el bien para el club", declaró tras el juego el capitán y goleador cruzado Fernando Zampedri sobre el efecto de la salida del DT en el plantel.
Luego de la caídas ante la Universidad de Chile, Everton y Curicó, el 2-1 de anoche fue revitalizador para el equipo dirigido interinamente por Rodrigo Valenzuela.
En una cancha del Santa Laura en mal estado por las lluvias y el trajín, Zampedri abrió la cuenta a los 25' en una jugada que el mismo inició. Eso fue lo único destacado en una primera parte de escasas llegadas en ambos pórticos.
El segundo tiempo no mejoró mucho desde el juego, pero sí en la emoción e intensidad que mostraron los dos cuadros. Lo barroso del campo favoreció la pierna fuerte y la visita hasta pudo quedarse sin su arquero, cuando Diego Sánchez salió del área y tras una doble barrida golpeó duramente la canilla de Zampedri, lo que pasó por alto el árbitro Piero Mazza, que sólo le puso tarjeta amarilla.
El 2-0 lo anotó Alexander Aravena y el 2-1 final lo marcó Rodrigo Holgado.
Zampedri alabó la "actitud" del equipo y su compañero "Poncho" destacó que ganar era imperioso. "Lo que importaba era el cómo".
"Ojalá quien llegue se dé cuenta de que pueden rendir esto y mucho más", planteó el DT interino Valenzuela.
En la otra vereda, el técnico visitante Fernando Díaz lamentó que desatendieran justamente a los dos jugadores con más tantos del local. De hecho, Zampedri se convirtió en goleador del torneo, con 10 anotaciones. Con los resultados de ayer, Coquimbo quedó cuarto, con 29 puntos; y la UC séptima, con 26.
