Caracol Gigante Africano: qué es y por qué se le teme al molusco en Chile
En julio el Servicio Agrícola y Ganadero emitió alerta luego de detectarse dos ejemplares de Lissachatina fulica en el país. Se trata de una de las 100 especies exóticas invasoras en el mundo y su presencia involucra riesgos.
Ignacio Silva
En Chile es común encontrarse con caracoles de la especie más común, denominado como el caracol de jardín o burgajo (Cornu aspersum).
Sin embargo, en julio pasado en las regiones de Tarapacá y Arica y Parinacota se notificó la presencia de un extraño molusco que puede llegar a ser tres veces más grande que el visto regularmente en el país.
Se trata del caracol gigante africano (Lissachatina fulica o GAS, por su sigla en inglés), una especie atípica en el país y descrita como una de las 100 especies exóticas invasoras más peligrosas del mundo, de acuerdo a la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza.
¿Por qué es un riesgo? Patricio Vásquez, académico de la escuela de medicina veterinaria de la Universidad de Las Américas explica que tiene que ver con su alimentación.
"Los caracoles adultos, maduros generalmente, se alimentan de materia orgánica en descomposición, incluyendo estiércol animal, basura, y frutas caídas. Por su parte, los caracoles más jóvenes se alimentan de plantas vivas, especialmente en flores y verduras.
En la dieta del GAS se incluyen más de 500 especies de plantas. He aquí, el gran riesgo y potencial daño para el sector agrícola, el cual ya ha sido observado en otros países latinoamericanos", comenta el especialista.
Por otro lado, el docente agrega que si bien se les clasifica como herbívoros, la literatura científica indica que el caracol gigante africano es capaz de depredar a otros caracoles.
"De esta forma, no solo podría existir competencia por hábitat y recursos alimenticios con moluscos terrestres del bosque nativo del Centro y Sur de Chile como lo son el caracol negro (Macrocyclis peruvianus), liguay (Americobdella valdiviana), y lengua de vaca (Polycladus gayi), entre otros, sino que también podría ocurrir riesgo de depredación de ellos, tal como ha ocurrido con caracoles en otros países", apunta Vásquez.
En parte por esto el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) emitió una alerta fitosanitaria en Chile luego de haber identificado dos ejemplares de Lissachatina fulica, uno ingresado a la Región del Tarapacá en plantas ornamentales y el otro detectado en la región de Arica y Parinacota luego de que una persona lo trajera como recuerdo desde Brasil.
Salud humana
Entre las particularidades del caracol nativo de Kenia y Tanzania se puede enlistar que se trata de una especie hermafrodita que es capaz de vivir hasta 10 años y que su concha tiene forma helicoidal y está conformada por 7 a 9 vueltas y con ápex (punta) agudo.
También los riesgos que implica para la salud humana. "El GAS puede transmitir varios parásitos perjudiciales para los humanos y otros animales. Específicamente, es factible encontrar numerosos microorganismos como bacterias, parásitos, protozoos, y virus, principalmente en el tejido fibromuscular y secreciones de baba del caracol", analiza Patricio Vásquez.
Además, estos caracoles pueden ser huéspedes intermediarios en el ciclo biológico de algunos nemátodos o gusanos redondos que afectan la salud de las personas y animales.
"A modo de ejemplo, en el caso de Colombia, los más importantes son los parásitos Angiostrongylus, que pueden causar meningoencefalitis eosinofílica, trastornos gastrointestinales en humanos, y hemorragia pulmonar en perros. Sin embargo, también es posible que los mismos caracoles porten nemátodos del género Aleurostrogylus, los cuales pueden afectar a gatos y perros en zonas urbanas", agrega el especialista.
Y aunque se asume que la plaga no está presente en el país por la ausencia de nuevas denuncias, el docente asegura que es importante tomar precauciones.
"En primer lugar, es relevante destacar la importancia de no ingresar al país con caracoles foráneos. En este contexto, el llamado del SAG a la ciudadanía es no comprar productos vegetales en el comercio ilegal, y a denunciar al Servicio, la eventual presencia de este caracol", cierra.