El rodeo, por definición no es un deporte

La definición de la RAE, desde el punto de vista del huaso montado en el caballo y muy bien aperado, del público, de los familiares, compadres y amigos del jinete presentes en la media luna, se cumple perfectamente, se divierten, se olvidan de los problemas, disfrutan el pasatiempo..., todo muy bien...

Sin embargo, desde el punto de vista del otro participante del rodeo, el novillo, en absoluto se cumple, lleno de temor a lo desconocido, ni hablar de sentir placer con los caballazos del jinete, definitivamente está lejos de ser una diversión para el novillo, ser parte del mentado rodeo... Ojo, el caballo que lleva cómodamente al huaso en su montura, es tan victima como el novillo, ambos, no tienen derecho, ni a voz, ni a voto, para decidir ser parte de estos caballazos mutuos...

Imagínese usted, es como que en el futbol, en vez de usar una pelota para practicarlo, usaran un ser vivo, digamos un perro, un guarén o un conejo, y vamos dándole patadas para convertir el gol, que hará delirar a la galería...

En conclusión, después de analizar la definición de deporte de la RAE, el rodeo, no tiene por donde ser considerado un deporte, solo basta que uno o varios participantes de una actividad recreativa, no esté participando por su decisión personal, para que no sea llamado deporte, más bien sería un ABUSO CON TODAS SUS LETRAS...

Luis Enrique Soler Milla

Lactancia materna, la presión social que está detrás (II)

Otro tema aún más controversial, es cuando una mujer decide no amamantar a su hijo, por los motivos que sean, en este caso el juicio social se incrementa, intentando por todos los medios convencer a esa mujer de que su decisión es un error. Quizás nadie se detiene a pensar que debe existir una causa, un motivo que origina una decisión tan importante y que no debe ser nada fácil tomar un camino diferente a lo tradicional.

El nacimiento de un hijo y el cuidado de este es un momento de mucho estrés para muchas mujeres, sobre todo de aquellas que son madre por primera vez. Es una etapa donde la fragilidad emocional puede tornarse compleja, generando síntomas característicos de la depresión posparto, entonces si al maternar se le suma una presión social indebida de un entorno que cuestiona, enjuicia y presiona, lo más probable es que la posibilidad de presentar un cuadro de depresión se acreciente, con las consecuencias que esto tiene para la mujer y el niño.

La invitación es a ser prudentes, a intentar comprender y tener una mirada amorosa con las mujeres que son madres, recordemos que cada persona es un mundo en sí mismo y que desconocemos el espacio interior que habita