(viene de la página anterior)
millones de años. No existen rocas en la Tierra que tengan la edad de las rocas que trajeron de la luna.
-Hay quienes dicen que el hombre no fue a la luna. Que todo fue un montaje televisivo. ¿Qué piensa cuando lo escucha?
-Pienso en la falta de educación que tiene la gente. Cuando yo era niño, todos éramos ignorantes, pero estábamos chupaditos, callados, porque sabíamos que no sabíamos. Ahora los ignorantes son locuaces. La locuacidad es símbolo de la ignorancia de los tiempos. Yo me crié en Parral y a los 11 años quería ser ingeniero, así que tenía la convicción de que debía estudiar, porque sabía muy poco.
-¿Cómo se hace para que los niños miren el cielo, estudien?
-En los últimos años me he dedicado a dar charlas en los colegios y me emociona ver a niñitas de cinco años que me dicen: "Quiero ser astrónoma". El problema es que a los niños no les estamos dando material para que se interesen. Estamos tan dominados por la tele y la tele está tan dominada por el dinero que todos pagan por ver gente más o menos desnuda. Y con eso les basta.
-¿Nunca intentó hacer un programa de ciencia en la televisión?
-Una vez fui a ofrecer un programa de astronomía y un jefe de programación me dijo: 'noooo, ese tema no le interesa a nadie'. Tienes que poner un saltimbanqui y entremedio, hablar de la luna y el firmamento. Por eso me he dedicado a escribir libros, para demostrar que las personas sí están interesadas. Si a la gente no le interesa la ciencia, caramba ¿cómo se han vendido tantas copias de "Somos polvo de estrellas"?
-¿Será que creen que es muy difícil?
-El público en Chile es harto menos tonto de lo que sugieren los medios y los políticos. Así me han dicho muchas veces: es que eso la gente no lo va a entender. La señora Juanita, Don Lucho, Don Pedro no sólo se interesan por cosas más concretas ¡no! La señora Juanita, Don Lucho y Don Pedro son mucho más inteligentes de lo que creemos.
- Ahora traducirán sus libros al chino.
-Los libros que escribí para los niños de Putre y de Coyhaique terminan siendo interesantes para los niños de China. Explicarles la ciencia a los niños es muy importante. Yo soy como el de la película "La vida es bella", pero no tan optimista a niveles delirantes: soy optimista con los pies en la tierra. Un día, en Angol, una señora me dijo 'este niño que está acá, mi hijo, me pidió que le comprara su libro. Y yo no se lo pienso comprar porque él no lee'. Al niño le firmé el libro y empezó a leerlo de inmediato. Esas son mis satisfacciones. Pequeñas, pero gigantes.
BAJANDO AL PLANETA
-¿Cómo ve la trifulca por los 50 años del Golpe?
-La gente no sabe separar la paja del trigo. Se mezcla todo. Es como una carbonada, cada cual piensa lo que quiere.
-¿Qué piensa usted?
-El período de la Unidad Popular fue de enorme convulsión. Yo tenía 22 años en esa época, lo viví en carne propia. Todo el mundo se portó mal. El MIR quería avanzar sin transar y la derecha empezó a sacar los tanques a la calle. Nadie dijo: este país es de todos, todos cabemos aquí. Busquemos un término medio, hagamos un acuerdo. Todo el mundo metió las patas.
-Y sigue la pelea, después de medio siglo.
-Una vez que vino el Golpe, las cosas horribles que se hicieron no tienen nombre. Mi padre tenía un hotel en Valdivia: lo allanaron, le robaron todo, pero eso lo olvido. Me da lo mismo lo que le robaron a mi padre, pero ahí vivía Carlos Lorca, un diputado en ejercicio que desapareció. No se sabe qué pasó con él. No hay dónde llevarle una flor a Carlos Lorca. Está bien, la Unidad Popular manejo mal la cosa, a Allende -a lo mejor- le faltó un poco de muñeca. Pero del 70 al 73 no hay nadie inocente: son todos culpables. El Partido Nacional y el MIR, hacían puras barbaridades. Y en la dictadura a las mujeres las violaban con perros. ¿Quién puede avalar eso? En el primer año hay desaparecidos, 40 mil chilenos torturados por chilenos. Iban a la pega, marcaban tarjeta, torturaban y después volvían a su casa y regaban las plantitas. Ese tiempo fue de pura esquizofrenia, no tiene perdón de Dios.
-¿Y qué se hace para seguir?
-Hay que tener autocrítica. Por ejemplo, los planes de Pedro Vuskovic, que hizo que bajara el pan a mitad de precio. ¿Qué iban a hacer los panaderos de la Unidad Popular? ¡Buscar harina de mala calidad y hacer pan más barato! Bajaron los costos, pero el pan era una mugre. O cuando bajaron los precios de los televisores Antú, los vendían -ponte tú- a 50 mil pesos. Se armaba una cola y un gallo compraba 10 televisores. Llegaba otro y compraba 10 más. Todos compraban a un precio ridículo. Y así fue que el mercado negro empezó a florecer. Los televisores que costaban 50 mil pasaron a costar 200 lucas. Fue un desbarajuste económico y un período triste porque los adultos se comportaron como niños. Carlos Altamirano fue un hombre muy inteligente que hizo puras tonteras. Onofre Jarpa que también fue un hombre inteligente, no te lo voy a negar, también hizo puras tonteras. No podemos transformarnos en animales, como nos transformamos después del Golpe Militar.
-Usted salió de Chile justo el 73.
-En agosto de 1973 me fui a Canadá a hacer el doctorado. El día que Allende nombró como jefe del ejército, en reemplazo del general Prats (que había renunciado) a "un general muy leal", que se llamaba Augusto Pinochet Ugarte. Ese día me enteré en el aeropuerto de ese hecho. Me dijeron: Pepe, no te preocupes, Allende acaba de nombrar a un general súper leal. Todo esto se va a solucionar porque este general es fantástico. No pude volver hasta el año 79.