Ignacio Arriagada M.

Lola, una poodle de seis años, representa una compañía incondicional para Alejandra Larenas y Patricio Pérez. Desde el momento en que la recogieron de la calle, en 2019, este matrimonio de Limache se dirige a todos lados con ella, lo que incluya desde las compras en el supermercado hasta los eventos familiares. Sin embargo, la facilidad de trasladar y llevarla consigo al lugar que sea tuvo un quiebre cuando la pareja decidió irse de vacaciones junto a su perrita.

"La primera semana de enero tomamos el auto y nos fuimos junto a Lola a Talca. Pensamos que el viaje iba a ser tranquilo para ella, pero en el camino comenzó a ladrar mucho, se orinó y estaba inquieta (...) También nos pasó que al llegar a Talca se nos fue decirle al arrendatario de la cabaña que llevábamos a nuestra perrita y no le pareció. En algunos locales o lugares no aceptaban mascotas; fue desagradable y triste", comenta él.

La situación que experimentaron Patricio y Alejandra suele suceder cuando no se planifican los viajes. Para evitar los malos ratos y que las vacaciones no sean un calvario para las mascotas, dos veterinarios comparten algunos consejos.

Viaje seguro

La reacción o comportamiento de un gato o perro ante un viaje en automóvil va a depender, en gran proporción, del estado de salud en el que se encuentre. Ante esto, Claudio Gallegos, médico veterinario, recomienda que "antes de cualquier coordinación o elección, lo primero es consultarle al veterinario sobre la condición de salud de la mascota. Si es optima, no habría inconvenientes".

Planificación

Tras obtener el visto bueno del especialista, comienza el proceso de planificación y elección del alojamiento y los lugares que serán visitados.

"Si se arrendará una cabaña, departamento o casa o se pagará un hotel lo importante es consultar si es que se permiten mascotas. Lo mismo pasa con los lugares al que irán, ya sea turístico, para comer o para comprar", comenta Gallegos, quien dirige el Hospital Clínico Veterinario UNAB de Santiago Centro.

Para que el perro o minino esté seguro al interior del vehículo el canil juega un rol clave. Ivannia Maggini, médico veterinaria, indica que este elemento debe ir en el asiento de atrás, con algún método de retención, y cumplir con algunos requisitos, como "que la mascota pueda estar de pie, teniendo un espacio de entre 5 y 10 centímetros entre su cabeza y el techo; y que pueda girar y acostarse sin problemas".

Los viajes en vehículo pueden ocasionar que las mascotas experimenten nauseas. Para disminuir o evitar estas sensaciones, Maggini aconseja "alimentarlos, al menos, dos horas antes" y agrega que si el traslado es extenso "es necesario detenerse cada dos o tres horas para verificar que esté bien, haga sus deposiciones y tome agua".

Portar los certificados de salud y vacunación es otra de las recomendaciones que entrega la médico veterinaria, dado que "ante cualquier control o inconveniente servirá para demostrar que la mascota cumple con todos los requisitos".

La obesidad es un problema que afecta a un alto porcentaje de mascotas, pero principalmente a los perros adultos. Dada esta problemática, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea, lograron identificar dos cepas de probióticos que ayudan a los canes a perder peso.

Se trata de las especies Bifidobacterium y Enterococcus, correspondiente a bacterias del ácido láctico.

Para llegar a conclusión los expertos se las administraron a un grupo de beagles y luego los sometieron a una dieta alta en grasas para ver si aumentaba de peso a pesar de los probióticos.

Para sorpresa de los investigadores, los perros experimentaron una caída tanto en el peso como en la grasa corporal, acompañada de un aumento en su metabolismo energético.

"Lo que distinguía a estas cepas era su capacidad no sólo de limitar la ingesta dietética o mejorar la excreción para reducir el peso corporal, sino más importante aún, de activar el metabolismo energético", afirmó el investigador principal, Younghoon Kim.

La pérdida de grasa también proporcionó otros beneficios para la salud de los beagles, incluidos niveles más bajos de inflamación y una mayor producción de insulina. Además, el aumento de bacterias beneficiosas estimuló su sistema inmunológico.

Los especialistas concluyeron que estos cambios no son fugaces, ya que las bacterias persisten en el cuerpo de los perros, lo que garantiza que sus beneficios se mantengan en el tiempo.