Expertos indican los cuidados que hay que tener con la piel durante el invierno
Las temperaturas extremas afectan especialmente a la piel. En invierno, la calefacción, las duchas calientes, los cambios en la alimentación y el sobreabrigo traen consecuencias que se pueden evitar. Dos dermatólogos dan recomendaciones.
Ignacio Silva
Existe cierto consenso respecto a los cuidados que hay que tener con la piel en verano. Instrucciones como el uso de bloqueador, el evitar la exposición al sol directo y mantener una buena hidratación son parte de un listado de recomendaciones que se suelen seguir cuando los termómetros marcan las temperaturas más altas del año.
Pero, ¿qué pasa en los meses de frío? Pese a que no se suelen tener los mismos cuidados, el invierno también afecta la salud de la piel.
"Es verdad que la piel sufre en invierno. Y lo hace por diversos factores, como los cambios bruscos de temperatura, la disminución de la humedad y el uso de calefacción", sostiene a este medio Emily Rojo, dermatóloga y académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca. "Si a esto le sumamos que por el mismo frío ingerimos menos agua e ingerimos comidas más calóricas, entonces tenemos una piel que cambia y se manifiesta como una piel opaca, seca, deshidratada y mucho más sensible".
El doctor Fernando Valenzuela, dermatólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que el frío provoca que los vasos sanguíneos se contraigan para que la sangre llegue a los órganos nobles, como son el cerebro, los pulmones, el corazón, el hígado.
"Y por lo tanto a nuestra piel llega menos sangre oxigenada y esto ocasiona que la piel se ponga más sensible. Esto se conoce como hipoxia. Y al tener menos oxígeno las células de la piel comienzan a multiplicarse menos, a descamarse menos o en forma irregular, y esto entonces va a ocasionar que la piel se ponga un poco seca, que se ponga más sensible a cualquier irritación como es el agua, el jabón, los detergentes o cualquier sustancia con la que estemos en contacto", agrega el especialista.
Según su explicación, estos factores y la calefacción hacen que la piel se ponga más sensible en los meses más fríos del año, por lo que aumentan cuadros dermatológicos como rosácea y otras enfermedades como dermatomiositis y esclerodermia. Por otro lado, patologías como dermatitis atópica y psoriasis aumentan su severidad ante la presencia de estos factores.
"En casos de psoriasis hay placas con una descamación y empeora por el frío por la resequedad, que es mucho mayor. En la dermatitis atópica se ven eccemas, que son un enrojecimiento y una descamación que también está en una piel seca. El frío lo empeora por la calefacción, la piel se reseca y se enrojece más", agrega la doctora Emily Rojo.
Recomendaciones
El doctor Fernando Valenzuela es enfático al establecer que la radiación ultravioleta sigue siendo un problema durante el invierno. Esto, pese a que su efecto no se suele ver como en el verano, cuando es habitual ver pieles rojas y descamadas por efecto del sol.
"Eso pasa porque en verano existe un mayor número de radiación ultravioleta V, que es la radiación que hace que uno se ponga rojo. Sin embargo, en invierno la radiación ultravioleta A es la misma que en el verano y en el invierno. Entonces es importante que no descuidemos nuestras medidas de fotoprotección, porque la radiación ultravioleta A genera un daño más silencioso y crónico, relacionado con el envejecimiento y eventual producción de cáncer de piel", desarrolla el especialista.
Adicional a eso, el dermatólogo señala que lo más importante en cuanto a los cuidados que se deben tener en invierno es evitar el frío y el calor extremos.
"También hay que evitar las duchas infinitas con agua hirviendo, evitar el exceso de jabón, e hidratar la piel, sobre todo de partes que quedan más expuestas como la de las manos", agrega.
Por su parte, la doctora Emily Rojo subraya la importancia de la hidratación y la alimentación.
"Deberíamos hidratarnos a diario, tanto por dentro como por fuera. Tomar dos litros de agua al día, utilizar una buena crema hidratante dos o tres veces por día. Debemos tener también una alimentación bastante buena, con mucho consumo de vitamina c y antioxidantes. Comer muchas verduras. No fumar y evitar el alcohol", comenta la docente.
¿Más recomendaciones? "Los labios están expuestos, así que hay que hidratarlos con barras labiales y protector solar. El protector solar hay que usarlo tres veces al día, aunque estemos en invierno porque la radiación ultravioleta traspasa las nubes y los vidrios. También protegernos los ojos con los lentes. Un buen abrigo para la cabeza, las orejas y guantes. Y en general, evitar también los cambios bruscos de temperatura", cierra Rojo.
"Hay que evitar las duchas infinitas con agua hirviendo, evitar el exceso de jabón e hidratar la piel".
Fernando Valenzuela, dermatólogo