Redacción - La Estrella

La tarde del viernes 12 de enero pasado fue encontrado el cuerpo de la joven antofagastina Javiera Jiménez Galleguillos (22) en un sector aledaño a la Ruta B-350. Desde entonces pasaron más de cuatro meses hasta que finalmente ayer fue entregado a la familia de la influencer.

Según lo indicado por Fiscalía, durante todo este tiempo se realizaron distintas pericias al cuerpo, mientras continúa la investigación que mantiene a la expareja de Javiera, Andrés Sutar, como el único imputado por el homicidio de la joven y por lo cual actualmente permanece cumpliendo prisión preventiva y también acusado por delitos de robo de cobre a trenes.

Durante la mañana la familia de Javiera acudió al Servicio Médico Legal para recibir el cuerpo, cuya causa del deceso fue catalogada como un "traumatismo craneano perimortal". Ya durante la tarde se realizó el velorio en el Centro de Eventos K en el sector de El Huáscar, entre familiares y amigos que llegaron a despedir a la joven influencer.

Entre medio del ambiente de dolor que se vivía en el recinto, Gladys Galleguillos -madre de Javiera- tomó la palabra para agredecer las muestras de apoyo de cercanos y amigos, así como también el comisario de la PDI Agusto Vega, pero también para expresar que "estoy cerrando un ciclo. Gracias a la captura de Andrés pudo confesar que mi hija falleció, que él la asesinó, la enterró en el desierto muy cerca de la carretera, que la quemó... Mi hija estaba quemada de la cintura hacia abajo (...) En agosto se cumplirán tres años en donde recién, quizás, físicamente (podré) cerrar un ciclo pero ella siempre va a estar conmigo".

El crimen ocurrió el 26 de agosto de 2022 cuando la joven emprendió un viaje junto a Sutar desde Antofagasta a Calama. Sin embargo, Javiera nunca llegó hasta la capital de la Provincia El Loa. Ella se habría enterado a través de mensajes de los robos que se le acusan al imputado, delitos que también causaron su detención en enero pasado y luego de estar más de un año prófugo, cayendo finalmente en Bolivia, tras ser intensamente buscado por la PDI e Interpol.

"Todo el que dudaba, los que decían que la Javiera se había ido, ven ahora que mi hija está en un cajón... Quisiera decirle a Andrés Sutar que la justicia y Dios le hará pagar a él y a su familia. Él intentó quemar el cuerpo de Javiera, pero como estaba tan cerca de la carretera lo apagó para no ser descubierto del femicidio, porque esto fue un femicidio y no homicidio como está formalizado", añadió y adelantó que buscará la reformalización del caso, exigiendo presidio perpetuo calificado.

Galleguillos reveló que Javiera fue asesinada de un balazo, pero a ella "le rozó la bala y le fracturó un hueso, causándole un TEC. Si la hubiese llevado a un hospital ella estaría con vida en este momento (...). Mi vida era feliz con mis hijos, hasta que llegó Andrés a la vida de mi hija y nos destruyó, me hizo creer que Javiera había asesinado a alguien y que por eso se había ido".

También dijo que hay evidencia de que la joven de 22 años se habría defendido: "(Quiero) decirle a las mamás que el perder a su hija es un dolor que a ninguna madre se le debería hacer pasar, porque no tienen por qué quitarle la vida por tener los hombres más fuerza. Mi hija se defendió... Andrés estaba rasguñado y con el ojo morado".

Mauricio Calibar, padrastro de Javiera, acompañó a Gladys en la incansable búsqueda de la joven. "Es un proceso doloroso que ya está culminando... ella dejó sus pies en la calle buscando a Javiera y al asesino y estamos llegando a la etapa final".

"El dolor ha sido un proceso distinto: la desaparición, después la búsqueda, cuando se encontró al asesino, cuando se encontró a Javiera y cuando se dio la noticia que podríamos recuperar su cuerpo. Estamos culminando este proceso bien largo y doloroso como familia, pero (nos encontramos) tranquilos, porque le estamos dando su descanso eterno".

"Él intentó quemar el cuerpo de Javiera, pero lo apagó para no ser descubierto del femicidio, porque esto fue un femicidio y no un homicidio".

Gladys Galleguillos, madre de Javiera Jiménez.