Región: estudio revela variaciones de mortalidad en adultos mayores
En la región de Antofagasta el séptimo mes del año presentó la cuarta tasa de mortalidad más alta para este segmento de la población en 2022.
Redacción / Andre Malebrán - La Estrella de Antofagasta
Un estudio del Programa de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (CIPEM), de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo en conjunto con la Caja de Compensación Los Héroes, revela un patrón preocupante en la mortalidad de personas mayores de 80 años. Aunque la tasa de mortalidad de este grupo etario ha disminuido de manera general entre 2013 y 2023, se observa un aumento significativo durante el mes de julio en los años 2022 y 2023, interrumpiendo la tendencia habitual de mortalidad alta durante los tres meses de invierno.
Según el mencionado análisis estadístico, en los años prepandemia, la tasa de mortalidad solía ser alta en los meses de junio, julio y agosto. Sin embargo, durante 2022 y 2023, julio se destacó como el mes con mayor mortalidad para las personas mayores de 80 años, superando significativamente a los meses adyacentes. En 2022, la tasa de mortalidad en julio fue de 10,4 por cada 1.000 habitantes, mientras que en 2023 disminuyó a 7,8, aunque sigue siendo la más alta del trimestre en ambos años.
Región de Antofagasta
En la región de Antofagasta, la situación refleja esta tendencia nacional. En julio de 2022, la tasa de mortalidad alcanzó los 10,4 por cada 1.000 habitantes, siendo la cuarta cifra más alta del año. En julio de 2023, aunque la tasa descendió a 7,6, este mes continuó siendo crítico, registrando la décima tasa más alta del periodo.
El análisis de CIPEM también arroja datos interesantes en cuanto a género. En 2022, julio fue el mes con mayor mortalidad tanto para hombres como para mujeres, alcanzando una tasa de 12,02 por cada 1.000 habitantes, un incremento significativo en comparación con junio y agosto del mismo año. En 2023, aunque julio siguió siendo el mes más crítico para los hombres, con una tasa de 8,9 por cada 1.000 habitantes, para las mujeres la mayor mortalidad se registró en junio, con 7,3 por cada 1.000 habitantes.
Mauricio Apablaza, director de CIPEM, explicó: "La idea generalizada de 'pasar agosto' estaba relacionada con las altas tasas de mortalidad en los tres meses de invierno. Sin embargo, en los años post-pandemia, julio ha emergido como el mes más complejo en cuanto a mortalidad de personas mayores de 80 años, lo que nos obliga a reevaluar y reforzar nuestras estrategias de prevención y cuidado".Apablaza adelantó que, a pesar de la tendencia general a la baja en la mortalidad, es crucial analizar estas cifras para establecer nuevas medidas preventivas y de cuidado para los adultos mayores. "El aumento de la cobertura del examen médico preventivo del adulto mayor (EMPAM), la priorización en las listas de espera y la inmunización son estrategias que podrían contribuir significativamente a la reducción de la mortalidad en este grupo etario en el corto plazo", concluyó el profesional.