Científicos descubren patrón que podría sugerir la ocurrencia de un fuerte sismo al interior de la región
Expertos del Cimcn analizaron los movimientos previos al terremoto ocurrido en San Pedro de Atacama el pasado 18 de julio.
Un equipo de científicos del Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales (Cimcn) de la Universidad de Antofagasta estudió los datos tras el terremoto de 7,4 Richter en San Pedro de Atacama ocurrido el pasado 18 de julio y gracias a ello detectaron un patrón de sismicidad previa que explicaría el potente movimiento telúrico.
Además permitiría configurar un modelo que sugiere la eventual ocurrencia de un próximo sismo de envergadura en la región, el cual se registraría en el sector de Socaire.
El doctor Jorge Van Den Bosch, director del Cimcn, destaca esta información y la califica como "sumamente relevante", ya que corresponde a un patrón que "no conocíamos y ahora lo descubrimos".
El científico explica que como parte de este sistema se percataron que ocurrieron al menos 10 temblores antes del reciente terremoto, los que tendrían características predecesoras.
Según explica, los datos revelan una serie de sismos ocurridos en intraplaca a una profundidad aproximada de 100 kilómetros y con magnitudes inferiores a 5,0, los cuales fueron registrados en sectores laterales al hipocentro del terremoto y que además provocaron constante tensión hasta la fractura ocurrida durante la noche del 18 de julio, lo cual remeció con fuerza a la región.
"Los sismos que anteceden al gran terremoto 7,4 comienzan a tensionar la placa, es decir la tiran en sentido contrario. En este proceso termina fallando parte de la corteza, conocida como falla normal, produciendo el terremoto experimentado el 18 de julio. Este proceso nos muestra lo que sucede antes de un terremoto de este tipo, lo cual es muy valioso. Ahora podemos conocer el patrón sísmico que lo antecede", enfatiza.
Además, el científico agrega que "antes no teníamos idea de cómo podría ocurrir y nos dimos cuenta que hay un sector que tiembla antes y está bien localizado. Uno puede trazar una línea, de allá hasta acá, pero qué pasa en el medio, no temblaba, sólo tembló el mismo día y después vino el terremoto".
El experto añade que el próximo 9 de diciembre se cumplirán 74 años del terremoto 8,2 en Calama, siendo el de mayor magnitud de este tipo (intraplaca) registrado en el país.
Debido al tiempo transcurrido y a los análisis realizados, los científicos estiman que existe una acumulación importante de energía sísmica en la zona, lo que significa que en cualquier momento puede liberarse a través de un movimiento telúrico similar al de 1950.
Es por ello que Van Den Bosch reafirma la importancia de los estudios del terremoto del pasado 18 de julio:
"Nos enseña cómo puede ser el siguiente, ya que se espera un terremoto de magnitud 8,0. El último fue hace más de 70 años. Después de los 30 años, ya es un GAP (brecha) sísmico, y va a empezar a temblar, más al sur (de Socaire). Pero lo más importante es que conocemos el patrón de conducta, su estructura y podría ser como el de 1950".