Ñublense hunde a Cobreloa en el fondo con triunfo en el epílogo
Con la derrota, el equipo se estancó con 24 puntos en zona de descenso.
Deportes - La Estrella
No es que esta derrota haya sentenciado el descenso directo de Cobreloa de manera matemática. Pero en la sensación de todos es que ayer en el Zorros del Desierto se dejó gran parte de las opciones de pelear por permanecer en la categoría de honor.
Se volvió a perder mostrando lo mismo. Un equipo que a ratos tiene empuje, pero con eso no basta para jugar en Primera División. Es la misma sensación que dejó el equipo desde sus primeros tropiezos en la primera rueda. Si va es con pelotazos o esfuerzos personales. Si intenta debe ser en base a buscar las bandas y tirar un centro. Si quiere penetrar defensas es en base a alardes individuales. Lo colectivo no está, la salida clara desde el fondo no se ve.La presión en base al funcionamiento no existe.
La prueba de que Cobreloa se entrampa en sus propias limitaciones es que ayer ni siquiera sirvió tener el hombre de más, ese que para muchos es vital jugando en altura y con el calor de Calama.
Porque el lateral Jovany Campusano se fue a las duchas en la media hora del primer tiempo. Es decir, Cobreloa tuvo más de una etapa para aprovecharse de eso y lejos de ordenarse, otra vez fue al choque y no resultó.
Pormenores
Que el equipo tiene pocas alternativas y es un plantel limitado se volvió a confirmar cuando en el segundo tiempo era necesario ir a atacar con todo y Dalcio Giovagnoli echó manos al juvenil argentino Lucas Di Maio y al canterano Bastián Valdés, dos que no han sido solución a la hora de romper defensas rivales.
Ya en los primeros 45 minutos, con un Marco Borgnino desaparecido y Patricio Romero extrañamente sin asumir ese protagonismo que necesita para confirmar que es más que la variable sub 20, los "Zorros" prácticamente convirtieron en espectador al golero Nicola Pérez.
Y con las alternativas del complemento, la situación no cambió. Sabiendo de la necesidad de ganar, Cristian Insaurralde tomó las banderas y muchas veces trato de meterse al área, pero no terminó gravirando y cuando lo hizo, debajo del arco no hubo nadie que concretara.
Eso hasta los descuentos, cuando con el equipo volcado en ofensiva, Patricio Rubio sosprendió casi desde la mitad de la cancha y sentenció la suerte de un equipo que sigue sin encontrar ideas.