Nicolás Labra G. / EFE

No quedan más chilenos en París. Ayer, en una jornada aciaga, tanto Nicolás Jarry como Alejandro Tabilo se despidieron en la segunda ronda del último Masters 1000 de la temporada. Primero fue el turno del "Príncipe", quien esperaba desafiar a Carlos Alcazar (2°). Y aunque en el primer parcial fue capaz de superar un 1-3 e igualar a 5-5 el parcial, finalmente cayó por 5-7 cerrando, el primer set con una doble falta, signo del mal momento que a veces pasa a la hora de definir.

En el segundo set Alcaraz puso una marcha más y rápidamente volvió a quebrar, para ponerse 3-1 arriba y después no dejar espacio para un Jarry que se iba desencajando en su rostro por la incapacidad para cambiar el rumbo del partido, segundo parcial que se cerró con un contundente 6-1.

Ahora Alcaraz tiene todos los ojos en su espalda, porque es el tenista de más ranking que queda en el torneo, aquejado como cada año de una epidemia de bajas, pero también abandonado en esta edición por el serbio Novak Djokovic, la única gran estrella que se lo ha tomado en serio, ya que además el N°1 del ATP, el italiano Jannik Sinner, se bajó de la cita aduciendo un virus.

En el caso de Tabilo, no pudo superar al griego Stefanos Tsitsipas en la segunda ronda del torneo, donde cayó por 6-3 y 6-4 en 1 hora y 8 minutos, por lo que dejó sin chilenos al cuadro final del último torneo ATP del año.

No pudo rivalizar Tabilo contra el cabeza de serie número 10, que alberga opciones de acabar el año entre los ocho mejores del ranking y clasificarse de esa forma para el Masters de Turín.

Aunque el final de temporada del heleno no está siendo muy regular y tuvo que trabajar para superar la primera ronda contra el español Roberto Carballés, rescatado de la fase previa, su juego se afianzó contra el chileno para colarse en los octavos de final.

Ahora, con el cierre de la campaña de la vuelta de la esquina, Tabilo tiene agendada una exhibición ante el argentino Tomás Etcheverry en el Arena Monticello el próximo 20 de diciembre.

Sigue la polémica por la premiación del Balón de Oro realizada el lunes en París, premio que finalmente se llevó el volante español Rodri Hernández, lo que habría desatado la molestia del Real Madrid, club que a última hora decidió cancelar su viaje a la ceremonia, dejando en España a Vinicius jr -quien se daba como ganador- y una delegación de 50 personas.

En declaraciones a L'Equipe, el redactor jefe de France Football, Vincent Garcia, explicó la tensa situación con el club blanco y habló de "presiones" desde Madrid para revelar antes al ganador.

"Tuve mucha presión del Real Madrid pero, como ocurre con otros clubes, siempre fui claro, justo y quizás mi silencio los llevó al límite. Pero fue igual que con los demás. Quedé muy desagradablemente sorprendido con su ausencia".

Aclaro, además, que nunca se engañó al Madrid y que todos habían acordado respetar que el ganador solo se revelara en la ceremonia, lo que el Madrid no aceptó. "Fuimos muy claros con ellos y con todos los demás clubes. Este año, el ganador y el galardonado no iban a ser notificados. Pensé que todos habían aceptado pero en el último momento, no sé por qué, quisieron cambiar la regla", dijo.

El Sporting de Portugal confirmó ayer que el Manchester United está dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de 10 millones de euros para fichar al entrenador luso Rúben Amorim. El lunes el técnico neerlandés Erik Ten Hag fue destituido por el club inglés y desde el principio se ha especulado con la posibilidad de que lo sustituyera Amorim. El DT portugués fue futbolista hasta 2017 y militó en el Belenenses, el Braga y el Benfica. También fue internacional absoluto con Portugal, donde coincidió con Cristiano Ronaldo en 2010 durante el Mundial de Sudáfrica. Esta temporada el Sporting lleva pleno de victorias en el torneo nacional con 30 goles a favor.