¿Es bueno o malo que las mascotas besen a sus dueños?
Esta acción habitual, que expresa cariño y vínculo, podría comprometer la salud de los animales y las personas.
Ignacio Arriagada M.
El vínculo y el afecto entre las mascotas y sus dueños se manifiesta, usualmente, mediante gestos como caricias, abrazos e incluso los besos. Por eso, muchos permiten que sus gatos y perros les laman, al considerarlo un acto genuino de cariño. Asimismo, esta conducta conduce a la liberación de hormonas, como la beta-endorfina, oxitocina y dopamina, las cuales promueven el apego y la reducción del estrés.
"Lamer es un comportamiento natural en los perros y gatos, puesto que tienen raíces evolutivas y sociales. Los cachorros lamen a sus madres y a otros miembros de la manada como una forma de comunicación, para solicitar alimento o atención. En el entorno doméstico, estos animales pueden lamer a sus cuidadores como una expresión de afecto, sumisión o para buscar interacción social", explica a este medio el médico veterinario René Alegría, quien además es académico del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián.
Aquellos que tienen un animal de compañía seguramente han experimentando que, en su mayoría, estos se les acercan espontáneamente y los besan.
Este gesto podría generar graves problemas. "Es posible que algunas personas no estén conscientes de los posibles riesgos para la salud que esta práctica puede implicar", advierte el veterinario.
¿La razón? "La saliva de los perros y gatos contiene diversas bacterias y microorganismos que pueden ser perjudiciales. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la Pasteurella multocida, una bacteria presente en la boca de muchos perros que puede causar infecciones graves en humanos, como meningitis. Otras bacterias como Salmonella, Campylobacter y Capnocytophaga también pueden transmitirse y provocar enfermedades gastrointestinales u otras infecciones serias, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados y en niños y adultos mayores", responde.
Ahora bien, la lamida no solo podría comprometer la salud de los dueños, sino que también la de los animales: "Podrían exponerse a bacterias humanas que no forman parte de su microbiota normal, lo que podría afectar su salud bucal o digestiva. Además, existe preocupación por la transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que dificulta el tratamiento de posibles infecciones ".
Límites y bienestar
Ya sabido que los besos, más allá de una demostración de amor y gran vínculo, podría alterar el bienestar de los cuidadores y sus animales, una decisión saludable sería evitarlos.
Alegría comparte algunos consejos prácticos para desalentar este hábito.
-Redirección: cuando el animal intente lamer la boca de su dueño, dirigir su atención hacia un juguete o las manos, que es una zona menos riesgosa y es más fácil de lavar.
-Establecer límites claros: utilizar comandos simples como "no" o "abajo" de manera firme, pero suave, para indicar que no es aceptable.
-Consistencia: asegurarse de que todos los integrantes del hogar sigan las mismas pautas y eviten permitir que la mascota lama sus caras.
-Fomentar interacciones positivas: dedicar tiempo a jugar y acariciar a la mascota, satisfaciendo sus necesidades de atención y afecto de manera segura .